El pasado 21 de agosto salimos con rumbo Buenos Aires a las 9 de la noche. No sabíamos con que nos íbamos a enfrentar ya que llegábamos 2 semanas antes de la invitación al encuentro "Dicho y Hecho" en Morón, Argentina. Así que íbamos por la nuestra, a compartir todo lo que se pudiera y a reencontrarnos con los amigos que dejamos hace dos años y con los que aún no habíamos podido coincidir. Nos recibió la onda polar y la incertidumbre de no tener hospedaje fijo, sin embargo conforme fueron pasando los días encontramos en el camino gente que nos abrió su casa y su corazón llenándonos de calor y dándonos la certeza de que este andar es duro pero hermoso. Gracias a todas las personas que nos abrieron su casa, a la gente que hizo posible que viajáramos de Buenos Aires a Esquel, Trevelin y Rosario, a todos los viejos amigos que siempre han estado ahí para apoyarnos y a los nuevos que comparten ideas, propuestas y cariño para seguir cambiando el mundo desde lugares amables e insospechados. Esperemos regresar este año y por supuesto recibir a los que llegan el año próximo a México con los brazo abiertos.
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