Fuegos



Un hombre en el pueblo de Neguá; en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

El mundo es eso -reveló-. Un mar de gente, un montón de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia de entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos de todos tamaños. Hay fuegos grandes y fuegos chicos, y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

("El mundo" de Eduardo Galeano)


Función en el cierre de la feria cultural de Acatzingo, Puebla. 

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